Enfermedad de Graves y lentes esclerales 

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La enfermedad de Graves es un trastorno autoinmune que se conoce más comúnmente como hipertiroidismo. Esta enfermedad se define por el aumento de la síntesis de la glándula tiroides y la producción de la hormona tiroidea.

Las hormonas tiroideas afectan a muchos sistemas orgánicos, por lo que los signos y síntomas de la enfermedad de Graves pueden ser muy variados. Aunque puede afectar a cualquiera, es más común entre las mujeres. Alrededor de 1/2000 mujeres por año se ven afectadas por la enfermedad de Graves y ocurre de 5 a 10 veces menos en los hombres. Tiene un inicio máximo entre los 40 y los 60 años de edad. 

Cómo afecta la enfermedad de Graves

Los pacientes con enfermedad de Graves a menudo presentan fatiga, debilidad, intolerancia al calor, pérdida de peso, taquicardias o temblores. A nivel ocular, pueden presentar oftalmopatía; una de las características clínicas principales y potencialmente graves.

Los pacientes con oftalmopatía de Graves pueden ser muy difíciles de manejar debido a la naturaleza compleja de la presentación de su enfermedad. Estos pacientes pueden presentar una variedad de hallazgos oculares que incluyen: retracción palpebral, hinchazón periorbitaria y palpebral, quemosis, hiperemia conjuntival, proptosis, neuropatía óptica, miopatía restrictiva, queratopatía por exposición y/o queratoconjuntivitis seca. Aproximadamente el 60 % de los pacientes con enfermedad de Graves desarrollan oftalmopatía de Graves y el 85 % de los pacientes con oftalmopatía de Graves presentan enfermedad de la superficie ocular.

Fases y tratamiento de la oftalmopatía de Graves

La oftalmopatía de Graves cursa en dos fases que son relativamente independientes de la función tiroidea: una primera fase llamada fase activa y otra segunda fase conocida como fase inactiva o fibrosis. 

Los objetivos principales del tratamiento de la enfermedad de Graves se centran en reducir la cantidad de hormonas tiroideas que produce el organismo y disminuir la gravedad de los síntomas. 

El tratamiento de la oftalmopatía dependerá fundamentalmente de la fase en que se encuentre la enfermedad y del nivel de afectación ocular que tenga el paciente.

En el inicio de la enfermedad se aconsejan medidas de protección del ojo, como pueden ser gafas de sol, uso de lágrima artificial, y gel humectante por las noches. A veces conviene utilizar un antifaz para dormir para evitar la erosión de los ojos por exposición.

En su fase activa se controla con corticoides y, en casos más severos, se hace necesaria también cirugía. Esta siempre tendrá lugar en la segunda fase.

Lentes esclerales y oftalmopatía de Graves

Los diseños de lentes esclerales han sido importantes en el tratamiento de córneas irregulares y regulares, y en el tratamiento de enfermedades de la superficie ocular.

Los pacientes con oftalmopatía de Graves suelen presentar una alteración avanzada de la superficie ocular que puede provocar complicaciones e irregularidades en la córnea. Estos pacientes, que a veces también requieren corrección refractiva, pueden tener dificultades para lograr una calidad de visión aceptable con los tratamientos tradicionales. Aunque las lentes de contacto de diámetro más pequeño funcionan bien para muchos pacientes, su capacidad de depósito de lágrimas es limitada, sin embargo, las lentes de contacto esclerales pueden producir un depósito de lágrimas mucho mayor, lo que reduce la alteración mecánica de la superficie ocular. 

Cuando la córnea se vuelve más irregular, el proceso de ajuste se vuelve más complejo. Una lente escleral está especialmente indicada en córneas irregulares para crear una superficie refractiva más suave y evitar la presión sobre el vértice corneal, minimizando así la cicatrización. Incluso con la máxima terapia tópica y sistémica, las condiciones oculares de estos pacientes pueden ser difíciles de manejar. Con la opción de diseños de lentes esclerales, los pacientes ahora tienen la opción de proteger la córnea y ofrecer una mejor visión. Los lentes de contacto esclerales permiten un ajuste y una visión exitosos y cómodos en pacientes con córneas complejas. Estas lentes también sirven como reservorio de líquido pre corneal que brinda corrección óptica mientras rehabilita la superficie ocular.

Consulta a tu contactólogo de confianza para que realice un estudio de tu córnea y esclera. Este elegirá la lente escleral personalizada más conveniente para ti.

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