Introducción
Hoy vamos a hablaros del diámetro de la lente escleral. La variedad de diseños de lentes esclerales que existe actualmente es muy extensa, aunque probablemente no todos estarán disponibles en la zona geográfica en que residas.
En general todas las lentes esclerales tienen básicamente el mismo diseño básico. Una zona óptica, una curva de transición (zona limbal) y la zona de apoyo (zona escleral). La zona óptica es la encargada de compensar la visión del paciente. En esta parte de la lente se debe poder tallar tanto esfera como cilindro, así como otros perfiles de tipo esférico y asférico.
El diámetro de la lente escleral
La elección del diámetro se suele considerar como el primer paso a la hora de adaptar una lente escleral. En general debemos considerar que el tamaño mínimo de la lente debe sobrepasar el limbo esclero-corneal 0.2 mm aproximadamente. En muchas ocasiones solo dispondremos de un único diámetro que seguramente será más grande que ese diámetro mínimo. Esta situación no debe preocuparnos siempre y cuando la lente no se apoye en la córnea ni limbo. Por lo tanto, el primer objetivo es asegurarnos que la lente de nuestra caja de pruebas es correcto para ese paciente en particular.
Elección del diámetro de la lente escleral
Los diámetros suelen variar entre 15 y 20 mm.
¿Qué debo tener en cuenta para elegir el diámetro correcto?
- DHIV: Tenderemos a elegir diámetros pequeños de lentes en diámetros horizontales de iris visible (DHIV) pequeños y diámetros más grandes cuando el DHIV sea mayor.
- Córnea: La elección del diámetro también viene determinada por las características corneales. Por ejemplo, irregularidades que estén relacionadas con elevaciones corneales mayores, como el queratoglobo, requerirán de un mayor diámetro para poder estabilizar la lente correctamente. “Problemas grandes – lentes grandes”.
- Esclera: La forma escleral también delimita el tamaño de la lente. Cuanto más nos alejamos del limbo esclero-corneal la esclera es más irregular. Por eso si elegimos diámetros muy grandes tenemos que asegurarnos que el apoyo es uniforme para evitar que presione en unas zonas más que en otras. En escleras muy tóricas, diámetros excesivamente grandes pueden dificultar la adaptación y nos obligará a elegir diseños con menor diámetro y mejor capacidad de alinearse en toda la esclera.
- Claridad apical: Otra consideración a la hora de elegir el diámetro es la claridad apical. Si buscamos una mayor separación entre la lente y la córnea buscaremos diámetros más grandes y viceversa.
- Hendidura palpebral: El tamaño de la hendidura palpebral también puede limitar la elección de un diámetro u otro. Cuando nos encontremos ante una hendidura muy estrecha nos sentiremos más cómodos manipulando lentes de menor diámetro que excesivamente grandes. Esto también será válido cuando el paciente tiene dificultad de mantener la cabeza en posición horizontal durante la inserción, como por ejemplo en niños. Ten en cuenta que cuanto más grande sea la lente más difícil será aplicar la lente y manejarla.
Cómo afecta el diámetro de la lente escleral
Variaciones en el diámetro modificarán la adaptación de la lente atendiendo a las
características de la sagita. El diámetro de la lente es el parámetro que más afecta a la sagita cuando lo modificamos. Es decir, si aumentamos el diámetro de la lente, la sagita se verá incrementada mucho más que si cerramos el radio de la lente.
Esperamos que os haya resultado útil esta información. Si tienes alguna duda acerca de la elección de parámetros en una adaptación de lentes esclerales, déjanos tu consulta en comentarios y el profesor Diego López te responderá.