Quemaduras corneales y lentes esclerales

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Las quemaduras corneales son traumatismos oculares y éstos causan anualmente el 5 % de los casos de ceguera; de estos, el 65 % ocurre en menores de 30 años. Son mucho más frecuentes en los varones aunque los niños no están exentos del riesgo.

Las quemaduras oculares están presentes aproximadamente en un 15% de los traumatismos oculares. Se suelen producir por contacto con químicos o quemaduras térmicas. En la actualidad, con el incremento del uso de geles hidroalcohólicos ha aumentado también la frecuencia de las quemaduras corneales. 

Las quemaduras corneales pueden ser especialmente graves cuando están involucrados un ácido o una sustancia alcalina fuerte (de las más peligrosas). El pronóstico depende de la rapidez y eficacia del especialista que le atiende, por lo que es necesario acudir a urgencias oftalmológicas con la mayor brevedad posible.  

Tratamiento inmediato de las quemaduras corneales

El tratamiento a corto plazo o inmediato de las quemaduras es variable en función de la gravedad y debe ser prescrito por un oftalmólogo. En primer lugar se realiza un lavado intenso inmediato en el caso de la quemadura química. Después se prescriben antibióticos tópicos hasta la reepitelización, junto con oclusión, antiinflamatorios no esteroideos orales, esteroides tópicos después de las fases inmediata y aguda de la lesión, lubricantes, ácido ascórbico (vitamina C), ciclopléjicos para el tratamiento de la iridociclitis, hipotensores oculares en el caso de que exista presión intraocular elevada, y tetraciclinas para evitar la acción descontrolada de las colagenasas. 

En las ocasiones en las que se produce una deficiencia limbar, una opción de tratamiento es el trasplante de limbo autólogo de un donante o el trasplante de fuentes alternativas de epitelio, para poder lograr una supervivencia del injerto a largo plazo.

Tratamiento a largo plazo de las quemaduras corneales

El manejo a largo plazo puede incluir el uso de vendajes en los párpados, inyección de toxina botulínica, lentes esclerales y opciones quirúrgicas o reconstrucción del párpado inferior. A menudo, se prescriben tratamientos combinados para brindar protección tanto de día como de noche.

Como hemos visto, una de las opciones para este tipo de hallazgos es la adaptación de lentes de contacto esclerales. 

El objetivo de la adaptación de lentes esclerales en quemaduras corneales es el restablecimiento de la agudeza visual, disminución de las aberraciones y el aumento de humectación de la córnea, respetando su integridad.

Además de estos objetivos y beneficios, para los pacientes existen otros como pueden ser: la reducción en la sintomatología de visión fluctuante, ardor, sensación de ojo seco, irritación y fotofobia.

Lentes de contacto blandas VS lentes de contacto esclerales

En alguna ocasión es posible que tendamos a adaptar en estos casos una lente de contacto blanda o terapéutica para reducir el malestar. En cambio, los beneficios de las lentes de contacto esclerales son mucho mayores a éstas. Las lentes de contacto blandas pueden disminuir la humectación corneal, en cambio las esclerales tienen muchos beneficios terapéuticos como la comodidad, la conservación de la superficie corneal, además de un enmascaramiento del astigmatismo irregular por lo que mejorará la agudeza visual.

La mayor dificultad cuando adaptamos lentes esclerales en ojos que han sufrido quemaduras es conseguir un apoyo en la esclera uniforme y suave. Ya que la esclera puede verse afectada por la quemadura.

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