Los avances de la ciencia han permitido que, con el paso de los años, se hayan producido importantes avances en el mundo de la visión. Las lentes esclerales, son un claro ejemplo de innovación y una opción de solución alternativa a dificultades en la visión que no se pueden tratar de forma convencional.
Muchos pacientes llegan a nuestra consulta y nos preguntan… ¿Puedo ser candidato para llevar lentes esclerales? ¿Se puede tratar mi problema con este tipo de lente? Desde el blog de lentes esclerales te contamos en qué casos recomendamos su uso.
– Tener alta graduación (refracción) o molestias al utilizar gafas convencionales.
¿Te sientes limitado usando gafas? ¿Te resultan incómodas las monturas? ¿Sientes que tu campo visual es limitado? Las lentes de contacto esclerales son una alternativa para todos aquellos usuarios que quieren prescindir de las gafas comunes y padecen graduaciones altas, astigmatismos elevados, miopías e hipermetropías, presbicia…
– Haber sido operado de trasplante de córnea
El trasplante de córnea consiste en la sustitución parcial o total de la córnea enferma, por una córnea sana y transparente. La visión después de la cirugía suele ser insuficiente y sólo se recupera con el uso de lentes de contacto, la cual debe respetar el nuevo tejido implantado y no interaccionar con los puntos de sutura ya que podría provocar complicaciones indeseables. Las lentes de contacto esclerales cumplen con estos requisitos, y deben ser consideradas como la primera opción de tratamiento.
– Tener el Síndrome del Ojo Seco
El Síndrome de ojo seco, también se suele relacionar con el Síndrome de Sjögren. Se trata de un trastorno autoinmunitario que destruye las glándulas que producen lágrimas y saliva, causando sequedad en boca y ojos. También se puede padecer ojo seco por causas de edad, cambios hormonales, etc.
Las lentes esclerales son la mejor opción, ya que se adaptan formando una bóveda que cubre la córnea, y ésta, al rellenarse de suero fisiológico mantiene hidratado el ojo y previene de úlceras e irritaciones.
– Haber sido operado de cirugía refractiva
La cirugía refractiva puede dejar secuelas e irregularidades en la córnea, provocando una visión inadecuada y destellos. Además, también puede volver a aparecer miopía o astigmatismo y, al variar la forma de la córnea, el uso de cualquier tipo de lentes de contacto se vuelve complicado.
Las lentes esclerales son capaces de ajustarse perfectamente a una córnea de estas características, ya que imitan la forma del ojo antes de la operación y hacen que la recuperación de la visión inicial sea exitosa.
– Padecer queratocono
El queratocono, es una deformación de la córnea que va adelgazando progresivamente su estructura. En casos complejos, puede requerir hasta un trasplante de córnea, y sus síntomas van desde la pérdida de visión hasta picores frecuentes y destellos en luces.
Las lentes esclerales, están especialmente indicadas para este caso, ya que no tiene contacto con el ápex corneal, la zona más sensible y delicada. Además, son muy cómodas y no se caen del ojo.
Estos son algunos de los casos en los que las lentes esclerales son totalmente recomendadas… ¡Pero no son los únicos! Existen muchos más casos en los que este tipo de lente de contacto favorece el tratamiento de patologías complejas, como, por ejemplo: infecciones y traumatismos oculares, queratoglobo, degeneración marginal pelúcida, crosslinking…
¿Sufres alguna patología y quieres saber si las lentes esclerales son tu mejor aliado? ¡Ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos!